Existe una visión común sobre la necesidad de que los alumnos adquieran unas nuevas habilidades clave para su desarrollo profesional y personal en la Sociedad del Conocimiento, en base a la cual la educación debería cubrir cuatro aspectos:
- Las habilidades y competencias TIC, que incluyen la alfabetización en medios, en información, en comunicación efectiva y en tecnología.
- Las habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas, que incluyen la capacidad de análisis crítico de la información, el pensamiento sistemático, la identificación, formulación y resolución de problemas, la creatividad y la curiosidad intelectual.
- Las competencias interpersonales y de autodirección, que incluyen la flexibilidad y adaptabilidad, la iniciativa, las habilidades sociales y de colaboración, la productividad, el liderazgo y la responsabilidad.
- La formación continuada, que implica la adquisición de la capacidad de aprendizaje a lo largo de la vida de las personas.
De ahí que nos interese conocer la conceptualización y descripción de este escenario: “El aprendizaje estimulante”.
El escenario consiste en impulsar la implantación y el uso de contenidos tecnológicos multiformato para estimular y captar la atención de los alumnos.
El objetivo es diseñar entornos de aprendizaje que garanticen la motivación y la experimentación del alumno en primera persona.